miércoles, 20 de octubre de 2010

Tipos o Clases de libertad

En primer lugar, hay una libertad que denota un estado: «ser libre, estar libre de algo»; un individuo o un pueblo libre es el que no está sometido, el que no tiene trabas para su expresión o su acción. El paso de las cadenas a la libertad es la «liberación». Esta libertad se da de modo más aparente en el terreno político: se habla así de regímenes de libertad y de regímenes dictatoriales. Pero la falta de libertad puede existir también en el interior de la persona, causada por el tabú, el miedo o la sumisión.

Otra clase de libertad es la dinámica o activa, que significa «ser libre para algo» y mira al presente-futuro. Estar libre de la coacción es condición indispensable para actuar con libertad, pero no prejuzga nada respecto al uso que se haga de ella, respecto al dinamismo de futuro que pueda implicar.

En nuestra época, cuando pensamos en el ejercicio de la libertad la entendemos en primer lugar como autodeterminación: la posibilidad de hacer una cosa u otra, de tomar una decisión personal en un sentido o en otro. Esta es la que se llama «libertad de opción». Es la facultad de escoger este o aquel camino en las encrucijadas de nuestra vida. Es la primera y fundamental libertad.

La libertad de opción se ejerce sobre todo en las decisiones fundamentales de la existencia. El hombre no ha de vivir como un ser vacilante, cuestionando cada día el enfoque de su vida y el objetivo de su actividad, Esto significaría que no hay en él convicciones profundas que den sentido a su vida.

Pero una vez que el hombre ha optado por una línea de conducta, quiere actuar conforme a ella; la libertad para eso, el derecho a hacerlo, constituye la libertad de expresión y de acción. La libertad de opción no tiene consecuencias en la práctica si no va acompañada de la libertad de acción. Un régimen opresor no puede impedir la opción, pero puede hacerla ineficaz al reprimir la libertad de expresión y de acción que la traducen en hechos.

Libertad de acción o de ejercicio

Por lo que dijimos anteriormente se puede deducir que esta libertad, es una libertad exterior, que consiste en un obrar que carece de coacción externa. En este sentido, se puede denominar libre a una acción cuando puede llevarse a cabo sin obstáculos o impedimentos externos. O sea, obramos sin que nadie nos ponga ningún tipo de trabas para hacer lo que queremos hacer.

Es así que hoy en día se habla del reconocimiento de las "libertades", incluyendo en ellas; una libertad física que es la capacidad de actuar sin limites materiales, sin vallas que impidan el movimiento o desplazamiento del hombre (por ejemplo, un hombre encarcelado carece de esta libertad); una libertad civil, que es la capacidad de fundar una familia, elegir un trabajo, elegir la residencia, etc.; una libertad política o cívica que consiste entre otras cosas, en participar en la elección de las autoridades que regirán los destinos del país; una libertad religiosa que es la capacidad de elegir la religión a seguir, así como no seguir ninguna; una libertad de pensamiento que consiste en sacar a luz nuestro pensamiento ya sea a través de la expresión, la prensa o la enseñanza, etc.

Libertad de elección

Cuando hablamos de libertad de elección nos referimos a un tipo de libertad esencial en el individuo. Se podría decir que consiste en la ausencia de determinación interna previa a una acción, o también, en el reconocimiento de nuestro poder para decidir, en una situación dada, entre las diferentes posibilidades que se nos presenten, eligiendo la cual deseamos poner en practica. Este acto seria libre pues no esta predeterminado, sino que, por el contrario, es la voluntad del individuo quien se determina a si misma al ejecutar el acto, o también a no ejecutarlo.

Considerando esta libertad interior como "autodeterminación", o " poder que la voluntad tiene de determinarse a si misma de acuerdo con motivos racionales", la divide, a su vez, en dos formas:

a. Libertad de especificación, que consistiría, según él, en poder hacer esto o lo otro, es decir, ejecutar este acto u otro; no estar determinado solamente a una cosa, si no tener la posibilidad de elegir entre varias.

b. Libertad de ejercicio, o sea, poder actuar o no actuar, poder ejecutar una acción o no ejecutarla; no estar determinado a ejecutar un acto.

De estas dos formas de libertad interna, la mas importante es la segunda, pues implica no solo un dominio de las alternativas posibles, sino incluso el dominio de acto de tal forma que tenemos la posibilidad de ejecutarlo o no.

En el ámbito de la filosofía, cuando se trata el problema de la libertad se hace referencia a la libertad de elección, porque es la fundamental entre todas las demás, es la esencial. Por otra parte, en otros ámbitos y en la vida cotidiana, cuando se habla de libertad, se lo hace refiriéndose a la libertad de ejercicio.

Es útil también decir, que ambos tipos de libertad están estrechamente relacionadas, por un lado, si se careciera de libertad de elección, la libertad de ejercicio perdería en gran parte su significado, de poco serviría tener condición de libre si se tiene alma de esclavo.

“nadie es libre para hacerse esclavo voluntariamente". Por otro lado, si el hombre no tuviera libertad de acción, terminaría por olvidar que es un ser libre, puesto que al no poder exteriorizar sus elecciones, acabaría por pensar que no tienen importancia alguna. Ya nuestra condición humana, que es corpórea y espiritual a la vez, exige una objetivación externa de las elecciones internas. En este sentido, es muy importante la existencia de libertades externas que hagan posible la realización del hombre como ser libre. Finalmente, cabe recordar, que lo realmente valioso y decisivo en el ámbito de la libertad, es la libertad de elección.

La libertad y la voluntad

Al hablar de libertad, hay que rescatar hoy el valor de la voluntad; hay que re-descubrir el papel decisivo con el que la decisión toma parte en la escena de la vida práctica diaria. “Dijeron algunos que todos los principios activos que hay en el hombre se refieren... a la razón; con lo cual, en verdad, si fuese cierto, bastaría que la razón fuera perfecta para obrar bien….” Ya afirmamos en otro lugar que hay un concepto socrático de la acción, como también lo hay de la virtud. Lo mismo que no basta pensar bien para obrar bien, no basta simplemente pensar por obrar. Es necesaria la intervención de la voluntad, no sólo para extender el uso de la razón hasta lo particular concreto, sino, sobre todo, para decidirse a obrar en referencia a esa particular concreción. Para actuar, no sólo se requiere que la razón esté bien dispuesta por los hábitos intelectuales, sino también que la voluntad esté preparada por los hábitos que a ella conciernen.
Pues bien: hay una serie de hábitos, que se refieren a la voluntad, y en los que no vamos a detenemos detalladamente aquí, que hacen que ésta, la voluntad, se encuentre pronta, dispuesta a tomar decisiones. Esto es, pronta y dispuesta a resolver activamente, y no intelectualmente, las dudas en que el entendimiento se enreda siempre que tiene que habérselas con las acciones prácticas concretas, perdidas en una selva de posibilidades, atrapadas en una maraña de atracciones y peligros. A esta pronta disposición voluntaria le llamamos capacidad de decisión.

El uso adecuado de la libertad humana

Las sociedades que se sienten libres, tienen el dilema de cómo usar bien la libertad. Surgen entonces 3 maneras distintas de obrar en el ser humano:
- El Bien honesto, o Bien verdadero (Bonum honestum),
- El Bien útil (Bonum utile),
- El bien deleitable (Bonum detectabile).
Cada persona escoge uno de los 3, y se convierte en el fin de su acción y comportamiento personal.

1) - El Bien honesto es el Bien verdadero, desinteresado, el que piensa antes en los demás que en uno mismo... comporta siempre un gozo interior, la dicha del bien, (conseguir este gozo interior es una consecuencia del Bien verdadero, pero no debe ser el fin del bien honesto) ...

"Doy un donativo para tranquilizar mi conciencia, o para sentirme bien interiormente", no sería un bien honesto perfecto.

"Doy un donativo porque pienso en el bien que le puede hacer al que lo recibe, pienso en el necesitado, me pongo en su lugar, y eso trae la consecuencia en segundo lugar del gozo interior, de la dicha del bien por el necesitado": sí sería un bien-verdadero perfecto.

2) - Si escoge el bien útil, la persona se guía sólo por el provecho que le pueda reportar para sí mismo, le da igual que sea una persona humana, dinero, u otro objeto material... este tipo de ser humano tiende al interés propio, egocéntrico ... el fin de su acción es sólo el beneficio personal ...

El utilitarismo descarta o desprecia el Bien honesto-Bien verdadero, es decir, sólo busca lo útil para sí mismo...

3) - Si escoge como fin de la existencia y del comportamiento diario el bien-delectabile, la persona resume su existencia en la búsqueda del placer para sí mismo... el placer de los sentidos es su obsesión... el máximo placer para sí mismo y luego para el mayor número de personas, así se resume el proceder de los seres humanos que escogen este tipo de "bien" para el fin o el plan de su vida...

"Siento algo, ya no siento nada" , "no me apetece" , "me aburro" , "no soporto la rutina" , "voy en búsqueda de nuevas sensaciones" , el culto al cuerpo ... este tipo de personas consideran que el tener un niño o el tener pareja sólo es un medio para satisfacer una propia necesidad emocional, razones éticamente muy pobres, egoístas, y erróneas ...

Este tipo de personas No han aprendido a Amar, ya que el Amor-Verdadero no tiene que ver con sentir o no sentir (a veces el sentimiento es intenso, otras menos intenso, pero amar no se basa en sentir, sino en querer el Bien de los demás), ni con la diversión, ni con lo que nos pide el cuerpo, ni con las sensaciones o emociones pasajeras...

Es la diferencia entre pensar sólo en uno mismo, amor propio, egocentrismo, o en pensar en el Bien de los demás...

"Poner el placer en el primer plano del obrar de un ser humano es peligroso y erróneo, e hipoteca la existencia y la esencia humana" (Konigsberg).

"Obra de tal modo que trates a la humanidad (la tuya y la de las demás personas) como fin (Bien honesto), y nunca como medio para conseguir cosas (Bien utilitario)" (Kant).

El ser humano puede decidir porque es libre, pero también puede fallar en esa decisión, por eso surge la cuestión del uso adecuado de la libertad... cuando decide, el ser humano lo hace siempre a la luz de alguno de estos 3 criterios (Bien honesto-Bondad verdadera, bien utilitario-interesado, o bien de la búsqueda del placer para sí mismo)... realmente sólo se puede llamar Bien al primero, porque los otros dos son una tergiversación ética del comportamiento humano...

Actividad:

1. De un ejemplo de cada uno de los tipos de libertades vistos en clase.

2. Explique por medio de un escrito breve, la relación existente entre la libertad y la voluntad humana.

3. Explique con sus propias palabras la importancia de utilizar la libertad para construir el bien común de la sociedad.
Libertad Humana o Determinismo.

En un sentido general, la doctrina determinista afirma que todo lo que ha habido, hay y habrá, y todo lo que ha sucedido, sucede y sucederá, está de ante mano fijado, condicionado y establecido, no pudiendo haber ni suceder mas que lo que esta de antemano fijado, condicionado y establecido.

El determinismo es considerado como un condicionamiento previo de todos los fenómenos del universo y además esta asociado a la idea de casualidad que rige el universo entero. También se afirma que habiendo un encadenamiento riguroso de los fenómenos, la existencia misma, de la libertad humana, se desvanecería. Tratando de encontrar una solución a este problema, Kant diferenciaba el mundo de los fenómenos (fenoménico), donde si hay determinismo, del mundo nouménico de la libertad, donde no se podría explicar el determinismo.

Sin embargo los deterministas han concentrado sus argumentos no solo en poner en duda la libertad, sino también en negarla. Dicen que tal vez nuestra libertad se trate de una creencia, de una ilusión que se debería a la imposibilidad que tenemos de conseguir un conocimiento completo de todo lo que sucede en el universo. Como todo lo que hacemos, lo hacemos por un motivo, nuestras acciones acabarían siendo resultado de la tendencia dominante. Como todo lo que sucede tiene una causa anterior, en realidad acabaría imponiéndose la necesidad. Todo estaría perfectamente determinado, todo seria previsible porque todo lo que hagamos estaría rigurosamente regido por leyes.

Responsabilidad moral y libertad.

La responsabilidad moral es la imputación o calificación que recibe una persona por sus acciones desde el punto de vista de una teoría ética o de valores morales particulares. Se trata entonces de la responsabilidad que se relaciona con las acciones y su valor moral. Desde una ética consecuencialista, dicho valor será dependiente de las consecuencias de tales acciones. Sea entonces al daño causado a un individuo, a un grupo o a la sociedad entera por las acciones o las no-acciones de otro individuo o grupo.

Responsable es aquel que conscientemente es la causa directa o indirecta de un hecho y que, por lo tanto, es imputable por las consecuencias de ese hecho (es decir, una acumulación de significados previos de responsabilidad), termina por configurarse un significado complejo: el de responsabilidad como virtud por excelencia de los seres humanos libres. En la tradición kantiana, la responsabilidad es la virtud individual de concebir libre y conscientemente las máximas universalizables de nuestra conducta. Para Hans Jonas, en cambio, la responsabilidad es una virtud social que se configura bajo la forma de un imperativo que, siguiendo formalmente al imperativo categórico kantiano, ordena: “obra de tal modo que los efectos de tu acción sean compatibles con la permanencia de una vida humana auténtica en la Tierra”. Dicho imperativo se conoce como el "principio de responsabilidad".

La responsabilidad es un valor que esta en la conciencia de la persona, que le permite reflexionar, administrar, orientar y valorar las consecuencias de sus actos, siempre en el plano de lo moral. Una vez que pasa al plano ético (puesta en práctica), persisten estas cuatro ideas para establecer la magnitud de dichas acciones y afrontarlas de la manera más propositiva e integral, siempre en pro del mejoramiento laboral, social, cultural y natural.

La libertad y el deber

Ser libre no puede significar, de ningún modo, no tener obligaciones. La Libertad, por pequeña que sea, nos ofrece oportunidades, poder. Y el poder debe conllevar ciertas responsabilidades, al menos para usarlo sin dañar a nadie. No hablo de grandes gobernantes, con ejércitos y funcionarios a sus órdenes. Todos tenemos libertad, poder, aunque algunos más que otros, y todos deberíamos usarlo de manera adecuada.

No siempre una persona conoce cual es su deber ante determinada circunstancia, a menudo dudamos de cual es el modo justo de utilizar el poder que tenemos.

El famoso "no hagas a los demás lo que no te gustaría que te hicieran". Sin duda, sería un progreso para la Humanidad, que las personas nos tratásemos con el respeto que deseamos obtener.

Pero esa ley falla. Hay personas que se odian a sí mismas, y por eso odian el mundo. Otros odian el mundo y por ello se odian a sí mismos. Hay también otros adictos a sufrir, muchos psicológicamente y algunos sexualmente. Desear para los demás lo que desean para sí no sería un gran progreso.

Así pues, tratando a los demás como nos gustaría que nos trataran, pero a su vez respetando en todo momento su Libertad, por encima incluso de nuestro concepto puntual de Justicia, es como una persona cumple con su obligación.

Claro que...el que cumpla su obligación no ha de esperar premios materiales ni recompensas. Esta ley es una ley moral, de responsabilidad, la siguen los libres y éticos. No te meten en la cárcel por tratar a los demás mal, peor de lo que deseas para ti. Tampoco te encierran por usar a una persona como medio para un fin, negándole su individualidad. ¿Cómo te van a encerrar por eso, si el Estado tiene como una de sus principales funciones coartar la libertad de unos en beneficio de otros? El que cumpla la ley moral de Kant podrá esperar una vida dura, pocas veces recompensada como se merecería. No podrá imponer a los demás que cumplan sus obligaciones y quizá le traten mal mientras él es amable y le utilicen mientras él respeta a los demás.

La única recompensa que podrá esperar por cumplir con su obligación es, precisamente, saber que ha actuado de manera justa y en relación a su Deber. ¿Poca recompensa quizá?
La libertad lo convierte al hombre en un ser responsable. El hombre debe dar cuenta de sus actos, debe responder de ellos ante una autoridad superior.

Existen tres clases de responsabilidad: moral, civil y social.

a) La responsabilidad moral es la obligación de responder de los propios actos ante Dios y ante la patria. Esta responsabilidad moral es reconocida públicamente mediante el juramento que prestan los funcionarios al ocupar sus cargos.

b) La responsabilidad civil o legal es la obligación de responder de los actos externos ante un juez.
La responsabilidad civil comprende solamente:

1 Los actos externos, pero de ningún modo los actos Internos (en los que los hombres no pueden penetrar), ni tampoco las intenciones;

2 Los actos contrarios a una ley positiva, aunque no la conozca quien la viola, pues la ignorancia de la ley no justifica su violación;

3 Los actos llevados a cabo libremente, sin coacción exterior.

c) La responsabilidad social es la contraída ante los grupos sociales de que formamos parte, y se llama también solidaridad social.

Por la solidaridad, nuestra laboriosidad y nuestra honestidad influyen en la vida de los grupos sociales a los que pertenecemos. Somos, pues, responsables ante ellos de nuestra conducta y del daño que provoquemos con ella.

Dentro de la responsabilidad social se incluye la responsabilidad cívica. Ésta exige votar conscientemente y ejercer los cargos públicos con la mayor capacidad y desinterés.


Actividad:
1. Por medio de un escrito breve, de carácter critico, justifica la existencia de la libertad humana.

2. Explica, ¿por qué se afirma que la libertad del hombre debe ser asumida con responsabilidad?

3. ¿De que manera se puede relacionar la ética, el deber y la libertad? Justifica tu respuesta.
La Libertad Humana

La libertad es un valor primordial, ya que permite que los demás valores existan. Aunque los medios de comunicación, los políticos o la escuela hablen sobre este valor, definirlo no es tan fácil pues existen distintas formas de concebirlo y ejercerlo. En principio, la libertad es la situación donde uno tiene la posibilidad de actuar o no sin interferencias, presiones, ni constricciones.

Ahora bien, la libertad no puede ser absoluta o ilimitada. ¿Estás de acuerdo? El propio marco legal que establece y garantiza las libertades es, al mismo tiempo, uno de sus límites. Pero las leyes no son las malas de la película; no existen para darnos dolores de cabeza, ni estorbarnos; existen para demarcar el sentido y alcances de las libertades mismas, para que su ejercicio por parte de unos no menoscabe el derecho de otros; existen, pues, para que podamos convivir los unos con los otros en libertad. Por eso no se vale evadir el cumplimiento de la ley.

En otro sentido, la libertad significa que cada quien puede decidir por sí mismo obedeciendo sólo a su propio criterio y no determinado por otros. Esta definición se orienta más hacia la autonomía que cada uno tenemos, por ejemplo: la de vestir como me gusta o elegir el credo que quiera. Así, mientras que en el terreno individual la libertad entraña la capacidad de auto determinarnos y autogobernarnos, en el ámbito social la libertad remite al derecho y a la consiguiente responsabilidad de participar en las decisiones colectivas, como la formación de gobiernos, la discusión de las leyes y la elaboración de las políticas públicas; sólo participando de esta manera puede decirse que al obedecer las leyes y a nuestras autoridades nos estaremos obedeciendo a nosotros mismos.

El libre albedrio

El libre albedrío es la creencia que sostiene que los humanos tienen el poder de elegir y tomar sus propias decisiones. En la ética puede suponer que los individuos pueden ser responsables de sus propias acciones. Es la capacidad del individuo para elegir una línea de acción o tomar una decisión sin estar sujeto a limitaciones impuestas por causas antecedentes, por la necesidad, o por la predeterminación divina.

El libre albedrío es uno de los valiosos regalos dados por Dios al hombre a través de lo cual ejercitamos la voluntad para tomar nuestras propias decisiones. Siendo Dios el dueño de todas las almas, por cuanto El las creó a su imagen y semejanza, jamás ha coartado esa libertad. Su propósito no fue hacer marionetas, títeres o robots a los cuales El pudiera manejar a su antojo. El no consideró la creación del hombre como un juego; todo lo contrario, sino como algo de mucha seriedad. "Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó." (Génesis1:27)

Su propósito es que todas las criaturas, voluntariamente, le reconozcan como su Creador, su Dios, su Dueño y Señor, y por tanto, le obedezcan en gratitud, para beneficio y bendición de cada uno. Fuimos creados para que tengamos amistad con El y que seamos entonces verdaderamente libres. Ese libre albedrío nos fue dado para que cada cual tome la decisión, de su propia voluntad, de seguirle a Él; solamente haciéndolo así podemos disfrutar de la verdadera libertad.

Concepto de libertad.

Se suele considerar que la palabra libertad designa la facultad del ser humano que le permite decidir llevar a cabo o no una determinada acción según su inteligencia o voluntad. La libertad es aquella facultad que permite a otras facultades actuar y que está regida por la justicia, esta definición es propia de una sociedad o un Estado, el cual "obliga" a las personas a regirse según un modelo estándar de conducta.

En otras palabras, lo que permite al hombre decidir si quiere hacer algo o no, lo hace libre, pero también responsable de sus actos. En caso de que no se cumpla esto último se estaría hablando de libertinaje. Pues la libertad implica una clara opción por el bien.

En el marco de control interno, la libertad es también conocida como la libre determinación, la soberanía individual, o la autonomía. Esto tiene varios significados posibles:

• La capacidad de actuar de conformidad con los dictados de la razón.
• La capacidad de actuar de conformidad con el propio ser verdadero o valores.
• La capacidad de actuar de conformidad con los valores universales (como la verdad y el bien).
La capacidad de actuar con independencia de los dictados de la razón y la insta de deseos, es decir, arbitrariamente (autónoma).

Actividad:

1. ¿De que manera podemos asumir nuestra libertad de manera responsable, sin caer en un “libertinaje”?.

2. ¿De que manera podemos asumir nuestra libertad personal con absoluta responsabilidad?

3. ¿Por qué consideras que es importante contar con el valor de la libertad? Realiza un escrito breve.